
Este verano se ha hecho notar. Las olas de calor son pan de cada día y, como a la mayoría, esta situación también es incómoda para los reyes de la casa: los gatos. A continuación descubre 10 consejos útiles para ayudar a tu gato a superar el calor.
Si bien un gato disfruta de tomar una siesta a pleno sol o refugiarse en invierno al lado de una estufa, el calor excesivo le resulta incómodo e inclusive puede convertirse en una verdadera amenaza. Como es mejor prevenir que lamentar, a continuación te damos algunos consejos para que tu gato lo pase mejor en estos cálidos días de verano.
¡Agua fresca!
Preocúpate de que tenga siempre agua fresca y limpia a su alcance. Un truco para mantenerla fresca es ponerle de vez en cuando 1 cubito de hielo, sólo uno, lo suficiente para que esté fría pero no demasiado helada.
Cámbiala con regularidad, si es posible, varias veces al día.
Mantén el bebedero siempre a la sombra.
Puedes colocar bebederos en diferentes zonas de la casa o incluso, si está dentro de tus posibilidades, una fuente para gatos que tenga agua en movimiento continuo.
Protección del sol
El sol de verano pica, y pica fuerte la piel. Al igual que nosotros, los humanos, los gatitos también sufren con este fuerte sol de verano y necesitan de lugares con buena sombra y fresquitos para pasar su día sin contratiempos. Procura proporcionarles espacios accesibles y adecuados para ellos, que estén frescos y protegidos del sol.
Ambiente fresco
Las medidas que tomas para refrescar tus ambientes, también le sirven a tu gato. Por ejemplo: utilizar aire acondicionado o ventilador para mejorar la circulación de aire y refrescar, cerrar las cortinas para evitar que entre demasiado sol, generar corrientes de aire abriendo las ventanas en diferentes puntos de la casa.
Refugios para capear el calor
En general, los gatos encuentran por si solos los lugares más frescos de la casa donde poder descansar. Lugares como la tina o el lavatorio, pueden llegar a convertirse en su zona favorita, pero también tú mismo puedes prepararle lugares más apropiados para ellos. Por ejemplo, poner un guatero lleno de agua fresca ojala con algunos cubitos de hielo bajo su cama o mantita, colgar hamacas para gatos o ponerles camitas elevadas del suelo o con materiales transpirables para favorecer la dispersión del calor.
Paz y Tranquilidad: es hora de descansar
Bajar el ritmo de actividad es otra manera que tienen estos astutos felinos de darle batalla al calor. En las horas de mayor calor, evita las sesiones de juegos intensos o que salga al exterior.
¡A cepillar el pelo!
Así como en invierno los gatos lucen un frondoso pelaje para protegerse del frío, en los meses de verano, cambian de pelo por uno más ralo que les ayude a combatir el calor. Un cepillado frecuente puede ayudar al gato y a ti en este proceso: acelerando el cambio de pelo, disminuyendo la cantidad de pelos pululando en el ambiente, prevendrás la formación de nudos y de paso tragará menos pelitos.
Un buen corte de pelo
Los gatos de pelo largo, sufren más con las elevadas temperaturas estivales. Para ayudarlo, puedes recortar el pelo en las zonas del cuello, axilas y barriga.
Importante:
- Si se asusta con el ruido de la máquina eléctrica o no puedes rebajarlo con tijeras, es preferible recurrir a otras medidas
- No se trata de rapar el gato, cuando le cortes el pelo debes dejar unos 2-3 centímetros aproximados de longitud, ya que el pelo en parte protege del calor y de las quemaduras solares.
Viajes seguros
¡Vamos de paseo pip-pip-pip! Si viajas con tu gato, ten mucho cuidado con la temperatura y la ventilación del auto. Trata de viajar durante las horas más frescas del día. Has paradas de vez en cuando para chequearlo, darle de beber y asegurarte de que esté bien. Y, por supuesto, y jamás lo dejes encerrado en el auto al estacionar, incluso si dejas el auto a la sombra, pues en pocos minutos podría sufrir un golpe de calor.
Refrescantes toallas húmedas
En días muy cálidos puedes refrescar a tu gato, mójalo desde la cabeza al dorso con una toalla húmeda. El agua, al evaporar, provocará un efecto parecido a nuestro sudor y a pesar de que la mayoría de gatos no ama el contacto con el agua, suele tolerar el contacto con una toalla húmeda.