
El Gato Europeo o gato común, nace de una mezcla de razas. Podrás encontrar una gran variedad de colores, tamaños y personalidades: juguetones, curiosos, tranquilos, acróbatas, simpáticos, alegres y perezosos. En los perros equivaldría al clásico quiltro.
Gatos con historia
Domesticados por los egipcios (2000 AC), estos simpáticos animalitos fueron llevados a Europa por los romanos.
A América llegaron con los ingleses. Viajaron a bordo del Mayflower en el año 1620 D.C., porque eran una gran alternativa para controlar las plagas de roedores.
El gato europeo es un ávido cazador.
Este gato es capaz de pasar 6 horas diarias rastreando y acechando presas, incluso de noche. Su visión nocturna es estupenda, 6 veces mejor que nosotros los humanos.
Físicamente, los gatos comunes tienen cuerpos musculosos y resistentes, pesan entre 3 y 7 kilos. La cabeza y patas redondeadas. La cola de tamaño medio, y los machos suelen ser más grandes que las hembras.
Son muy independientes, saludables y longevos, lo que les permite sobrevivir en el exterior sin mayores problemas, pero esto no significa que estén exentos de contagiarse con parásitos o contraer las típicas enfermedades que afectan a los gatos. Te recomendamos estar al pendiente de él y con sus controles veterinarios al día, para que viva más sano y feliz.
Siempre limpecitos
Respecto de la higiene personal, son maniáticos de la limpieza. Pasan buena parte del día lavándose con su áspera lengua, gracias a sus micro extensiones de queratina que les sirve tanto para desmenuzar la carne como para asearse.
Como curiosidad, te podemos contar que los gatos comunes tienen en su lengua una extraña enzima llamada lipasa lingual. Esta enzima provoca que, al ingerir comidas con triglicéridos, los transforma en ácidos grasos amargos, sabor que aborrecen.
Glotones por excelencia, los gatos europeos tienden a comer demás, por lo que debes cuidar su dieta, especialmente si son gatos indoor.